Tal día como hoy pero cuatro años atrás, me senté delante del ordenador que tenía en casa de mis padres y pensé en armar un blog en serio (después de dar vueltas en algunas plataformas que no me acabaron de convencer) y así nació Uno o Dos Toques.
Podría ‘molarme a mí mismo’ y hablaros de visitantes únicos, de enlaces que hayan tenido relevancia o de un crecimiento que, ciertamente, no controlo. Tampoco lo buscaba (ni lo busco).
Esta bitácora no nació con la idea de ‘colocarme’ en algún sitio, ni de jugar a ser periodista deportiva. Sólo fue una solución para una de mis pasiones: hablar de fútbol.
No hay más, incluso creo que ha sido lo mejor que se me ha ocurrido en mucho tiempo porque me ha permitido aprender muchísimo a la hora de ver el fútbol, más allá de un juego (que es lo que al fin y al cabo es) y de conocer, aunque sea virtualmente, gente que me ha ayudado y me ha brindado geniales conversaciones y debates en estos cuatro años.
En concreto me gustaría agradecer a esas personas que han sido o son parte de esta idea: Héctor (cómo olvidar ‘Sé lo que hicistéis la última jornada’), Pablo, Ale, Carlos, David y Montse en estos cuatro años han tenido la consideración de dedicar parte de su valioso tiempo libre a escribir aquí, a compartir sus conocimientos o a plantear interesantes debates.
Pero en especial a Rubén y a Ariel, que a parte de una incalculable ayuda a lo largo de este tiempo, han traspasado la barrera de ciberconocidos para convertirse en grandes amigos.
Así que nada, cuatro años ya ‘divirtiéndonos hablando de fútbol’ en los que no creáis que en más de alguna ocasión he pensado en dejarlo por falta de tiempo o ganas, pero siempre la llamita interior de comentar algo me ha mantenido al pie del cañón (en mi ‘liga’ claro está). Espero que este rincón pueda estar mucho tiempo más en liza, síntoma ya no de un gran trabajo que hay detrás recompensado, sino de que sigo teniendo pulso futbolístico y los problemas de la vida diaria no me han absorvido del todo.
Prometo novedades en este año.
Pero en especial a Rubén y a Ariel, que a parte de una incalculable ayuda a lo largo de este tiempo, han traspasado la barrera de ciberconocidos para convertirse en grandes amigos.
Así que nada, cuatro años ya ‘divirtiéndonos hablando de fútbol’ en los que no creáis que en más de alguna ocasión he pensado en dejarlo por falta de tiempo o ganas, pero siempre la llamita interior de comentar algo me ha mantenido al pie del cañón (en mi ‘liga’ claro está). Espero que este rincón pueda estar mucho tiempo más en liza, síntoma ya no de un gran trabajo que hay detrás recompensado, sino de que sigo teniendo pulso futbolístico y los problemas de la vida diaria no me han absorvido del todo.
Prometo novedades en este año.
