Por David Díaz
No parecía una jornada muy propicia para ello, pero ha resultado siendo una verdadera catástrofe de jornada para los de la parte alta de la Premier, excepto para el Arsenal que ha sido el que ha sacado tajada del asunto. Quizás lo más sorprendente fue la más que merecida victoria de los Black Cats en Stamford Bridge, dónde hasta ahora los blues se habían mostrado como un equipo imbatible.
Las bajas de pilares importantes como Lampard o Essien hicieron ver a un líder al que Cech tuvo que salvar varias veces, hasta que justo antes del descanso Onuoha (un defensa no se nos olvide) se disfrazó de Maradona para recoger un balón en la frontal y tras previo regate de tres contrarios anotara el primer gol que un visitante conseguía en The Bridge y primero de un jugador del Sunderland que no fuese de la pareja Bent & Gyan. En la segunda parte no cambio en exceso el guión, y el 0-3 refleja lo que sucedió en el césped, aunque pudo ser fruto del buen día de unos y del malo de otros.
En Villa Park otra vez tuvo que aparecer Kiko Macheda para revivir al ManUtd frente a los villanos que ya cantaban victoria con una segunda parte emocionantísima dónde los veloces, Ashley Young, Albrighton y Agbonlahor volvían locos a los de Ferguson, pero que cuándo se vieron que se les iban los puntos sacaron el coraje de equipo grande para salvar un punto, consiguiendo el sexto empate en siete partidos lejos de Old Trafford. De este pinchazo se aprovecho el Arsenal al vencer en Goodison Park a un Everton que despertó tarde, aunque los gunners merecieron los tres puntos más allá del extraño arbitraje de Howard Webb, siempre Webb. Ahora los pupilos de Wenger están a solo dos puntos del Chelsea, aunque el sábado tiene su derby particular contra sus vecinos del norte de Londres, será emocionante ver a Gallas otra vez en el Emirates.
Y por ultimo, del top four de esta temporada los citizens de Mancini tuvieron su enésimo pinchazo en casa frente al Birmingham fruto de la ineptitud de su mister Mancini. El 0-0 refleja un equipo que sigue empeñado en jugar con De Jong y Yaya Toure (suerte que esta vez no metiese también a Barry o Vieira con ellos) como pareja de mediocentros o que osó quitar a Tevez para meter a Barry a falta de 10 minutos. Parece claro que el italiano se le esta acabando el crédito, y es que una vez más tiene una plantilla en una situación muy por debajo de su nivel, como ya le sucediese el año pasado.
Personalmente no tengo ninguna duda que perseguidores como Tottenham o Aston Villa tendrán tiempo de disputarles esa cuarta plaza que por presupuesto no debería ni estar entre sus planes, pero un entrenador tan defensivo con una plantilla tan ofensiva es imposible que dé los resultados esperados
