Indefinición en la Champions

por | 15:29:00

No os dejéis engañar por el título de esta entrada, no os voy a escribir sobre equipos que puedan ver peligrar su pase a octavos de Champions (como por ejemplo le podría pasar al Arsenal o Inter -campeón en 2010-, ya que como segundo, sería un pequeño fracaso) sino del formato erróneo que creo que vive la máxima competición de clubes en Europa y, por qué no decirlo, del torneo más relevante a nivel mundial.


grupos-champions-leagueCada día que pasa hay más diferencias entre la aristocracia del fútbol europeo y los campeones de ligas de segunda y tercera categoría del Viejo Continente. La llegada de Platini a la presidencia de la UEFA vino con la interesante, justificada y noble idea de ‘repartir’ el prestigio (y los euros) de los torneos UEFA entre más equipos, por ello hemos visto equipos como el Thun, el BATE Borisov, el Anorthosis o el Bursaspor visitar campos como el Bernabéu, Old Trafford o San Siro en los últimos años de Champions. Pero choca con el deseo oculto, o no tanto, de los viejos dominadores de nuestro fútbol con la creación de una Super Liga Europea donde los equipos, ya no hablo de los que tienen más solera en el continente, sino de los que en los últimos años se han convertido en empresas que mueven muchísimo dinero y generan alto impacto mediático. Un coto privado de caza a la hora de repartirse los ingresos televisivos y de patrocinadores.

Por ello, creo desde hace un tiempo, que la Champions League, la competición estrella de la temporada, está en una situación de indefinición entre lo que desearía el organismo y lo que humedece las sábanas de los equipos más pudientes del mundo. Fruto de esto hemos visto en los últimos años algún cambio de formato que, personalmente pienso, sólo busca más ingresos en lugar de potenciar la competitividad del campeonato. Para los ‘pequeños’ garantizarse la visita de algún ‘grande’ en una primera fase de grupos a la que le falta interés; para los poderosos el ‘rascar’ algo en forma de derechos televisivos y alguna taquilla que apañe los sueldos de los trabajadores del club (no me refiero a directivos y jugadores, sino utilleros o administrativos) de un mes. Quizás por ello, por esta situación no de beneficio, sino de comodidad, nadie alce la voz ni proponga cosas nuevas para revitalizar una competición que es un marca de éxito y prestigio en todo el mundo como lo es la Liga de Campeones.

Y aquí llega el punto donde se me generan sentimientos encontrados. Por una parte, no me gustó la creación de una fase de grupos hace ya lustros y mucho menos de que se abriera la participación a los primeros clasificados de las ligas más potentes. ¿Qué sentido tiene una competición que se llame ‘Liga de Campeones’ cuando la puede ganar un equipo que no ha sido campeón de nada? Quedar segundo en una liga te puede valer para ganar una Champions.
Pero por otro lado, entiendo que para el aficionado medio, no tenga atractivo ver en fases avanzadas al campeón checo, escocés o turco (saliendo de sus propios países, obviamente). Y si no lo tiene para un aficionado medio, ni que contaros para las empresas que inyectan dinero al certámen. En los últimos diez años, Barça (2001), Juventus (2001 y 2010), Liverpool (2003 y 2010) y United (2006) han sido los equipos ‘top’ que no han pasado una primera fase a la que no le veo mucho sentido ya que rara vez se produce alguna sorpresa que la justifique. Alguna vez ha caído algún equipo de ‘segunda categoría’ (no se me malinterprete, no en cuanto a historial, sino en cuanto ha estado en ese año) como Lazio (2002, 2004), PSV (2002, 2009) dando paso a algún equipo de tercera línea ‘de sucesión’.

Así que llegamos a un punto en la que estos partidos comprendidos entre septiembre y diciembre cargan el calendario de los que más espectáculo/ingresos aportan en muchas ocasiones y que generan al aficionado/consumidor el visionado de partidos casi más por costumbre que por interés (pensando que no sea esto lo que quiere la UEFA). Sinceramente, de esta fase previa, a nivel de emoción, sólo salvaría el doble cruce entre Inter y Tottenham. El resto un relleno que justifique los posicionamientos de octavos.

Lo que me parece triste, es que esta sensación de insatisfacción se me pasará cuando lleguen las auténticas noches mágicas europeas, en la que dos equipos de nivel se enfrenten a doble partido en un cara o cruz que fuercen que den lo mejor de sí mismos.

Y una vez expuesto este malestar, os pregunto ¿Cómo podríamos mejorar la Champions?
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