Rumbo a Sudáfrica: Mundial de 1930

por | 23:59:00
Comenzamos en el blog nuestro especial con motivo del Mundial que viviremos en unas semanas. Así, aparcamos la sección habitual de los viernes, la Leyendas, para decidar los viernes a repasar la participación de España en las fases finales de las Copas del Mundo disputadas hasta la fecha, así como alguna anécdota que acontenciar en este torneo.

Arrancamos, siguiendo un orden cronológico ascendente, con el primer Mundial que se jugó en Uruguay en 1930 y donde la selección que ejercía de anfitriona se hizo finalmente con el título.

A pesar de haber sido invitada y de haber confirmado en un principio su presencia, España no jugó este campeonato.
Jules Rimet, que dio nombre al trofeo hasta la edición de 1974, fue el precursor de un torneo que debía decidir qué selección era la más potente en ese momento y que poco tenía que ver con el evento en el que se ha convertido ahora mismo.

Al ser un torneo casi experimental, no inspiró la confianza, por ejemplo, en muchas selecciones europeas de postín que, al igual que España, no participaron definitivamente, dejando en trece, los combinados que finalmente tomaron parte del torneo.
Argentina, Chile, México, Brasil, Bolivia, Perú, Uruguay, Estados Unidos y Paraguay representaron al continente americano mientras que Yugoslavia, Francia, Rumanía y Bélgica hicieron lo propio para parte del Viejo Continente. No hubo representación ni de África, ni de Asia ni de Oceanía.

Como os contaba, el torneo tenía poco que ver con lo que es ahora a nivel de organización y promoción. Incluso se tenía que adaptar la realidad de esos días. Así, los grupos se sortearon una vez estaban ya las selecciones en el país charrúa y los equipos europeos hicieron la preparación para el Mundial en el barco que les llevaba de Europa a Uruguay.

El triunfo final fue para la selección anfitriona. Uruguay llegaba como bicampeona olímpica en 1924 y 1928 y con un organigrama muy diferente al que vemos ahora: un Consejo fue el encargado de hacer la selección y definir qué dibujo era el que presentaba el equipo (aunque por esa época nadie salía del 2-3-5) y el "seleccionador" (no sé si llamarlo así) sólo dirigía los entrenamientos y se encargaba de la preparación física.

El máximo goleador del torneo fue el argentino Stábile: consiguió cinco goles en la fase de grupos, dos en la semifinal y uno en la final... que sólo sirvio para maquillar el marcador.
Pero seguramente una de las figuras del torneo fue el uruguayo Héctor "El Manco" Castro. Su muñón pasó de ser una minusvalía a un elemento que le diferenciaba del resto.
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio