Guardiola: disfruten de lo breve

por | 10:14:00
De vez en cuando aparecen personajes en el mundo del deporte que marcan una diferencia. Pero esta diferencia no estriba en la brillantez, en el método de trabajo o en el carácter. Esta diferencia consiste en estar adelantados a su tiempo, lo cual es algo que con la perspectiva que da el tiempo resulta admirable pero que en primera persona puede resultar un sufrimiento.


Pep Guardiola es uno de esos hombres: no inventa nada que no inventara Cruyff, pero emplea la patente como nadie en un momento idóneo en el que sus rivales históricos atraviesan un ciclo de transición. Pero lo que le hace diferente, y esto es algo que se le adivinaba cuando era jugador, es que sabe dónde se encuentra y ve el momento presente con la perspectiva de las inteligencias avezadas. Por eso Guardiola sabe que le quedan a lo sumo dos años en este Barcelona y, segurísimamente, en el fútbol español. 

Es algo lógico. El bueno de Pep tiene algo todavía más claro que su 4-3-3: tiene claro que España no es Inglaterra. Tiene claro que en este país todavía no se da tiempo de cocción a proyectos en equipos de primera división. Pep quiere ser, y tiene capacidad para serlo y para superarlo, un Arsene Wenger, un Alex Ferguson. Pep quiere vertebrar un proyecto integral desde la cantera, un proyecto que dure una era más larga que los miniciclos que vivimos en la Liga Española. Y Pep sabe que por eso precisamente su Barça y su Liga se le quedan obsoletas. 

Hoy precisamente he leído unas declaraciones de Kaká diciendo que hay que renovar a Pellegrini. Kaká está en la corriente de pensamiento de Pep: hacía años que no se adivinaba en el Real Madrid un potencial a medio-largo plazo como en este año, pero es imposible que el entrenador continúe un año más si no gana nada. Y Pep, que tiene la vitrina llena de trofeos que le dan un crédito excelso, sabe que su trabajo era excelente independientemente de los títulos. Y que si ha seguido en el Barça ha sido por ellos y no por lo meritorio del trabajo. Y Guardiola busca eso: respeto al trabajo, paciencia y la posibilidad de llevar a cabo un proyecto a largo plazo. Por eso, desgraciadamente para el espectador español, sabe que su sitio no es este. 

Dudaba que renovara para el año que viene, sinceramente. Y que lo haya hecho a estas alturas y no al ganar la Champions, y que lo haya hecho sólo por un año, es una señal para los que sepan interpretarla: Guardiola acabará en un banquillo inglés y se quedará definitivamente calvo allí. ¿Old Trafford? Never say never.

JM Martín

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