Este es un fin de semana de finales. La repesca europea y americana y los últimos partidos africanos ponen la emoción, mientras los amistosos copan los titulares en España. Sin embargo, dos selecciones de prestigio se juegan su ser o no ser: Portugal y Francia. Sobre esta segunda selección y su curioso entrenador quiero escribir en esta madrugada.
Raymond Domenech se hizo cargo de la Selección francesa tras la Eurocopa 2004. Su experiencia como entrenador no pasaba de cuatro años en Lyon y once años entrenando a la selección sub 21 francesa. Quizá esta última característica era la que decidía a los responsables de la Federación Francesa a apostar por él: hacía falta un cambio generacional en la Selección absoluta y quien mejor que el seleccionador de las categorías inferiores para hacerlo. Quizá el único problema es que Domenech también había sido entrenador de la vieja guardia...
En estos cinco años que lleva Domenech al frente de la Selección Francesa ha conseguido una cosa que tiene mérito: ponerse a todo el mundo en contra. Ha conseguido discutir con los jugadores que ganaron el Mundial, con los jóvenes, con la prensa, con todo el mundo. Es un entrenador odiado por los expertos en fútbol internacional y por el resto de entrenadores que no entienden cómo puede sufrir tanto la Selección Francesa con los jugadores que tienen.
Esta semana Pires hablaba de él y decía que era un cagón (podéis encontrar la noticia aquí). Quitando la clara malinterpretación del idioma, deja claro que no es un hombre querido. Tiene un largo historial de gente enfadada: Benzema, Giuly y Anelka o Trezeguet, hasta su novia se enfadó con él. Y eso que no me he pasado mucho más tiempo buscando que seguro que encuentro más noticias de gente enfadada con Raymond. En el aspecto futbolístico hay una cosa clara: Francia no juega a nada. Tiene mimbres, tiene jugadores, tiene calidad, pero no juega a nada y eso se le debe exigir a una Campeona del Mundo como Francia. La Ligue 1 crece año tras año, pero la Selección Francesa no. Domenech no ha conseguido renovar a tiempo a sus estrellas y solo ahora se ven nombres nuevos en sus alineaciones: Gourcuff, Gignac, Lloris... No ha llegado demasiado tarde porque se clasificará para el Mundial, pero será demasiado tarde para Raymond, cuyo crédito parece finalizado.
