AC Milan, ¿final del geriátrico?

por | 20:51:00
Al tiempo que la magia de Kaká cogía un vuelo hacia Madrid para explotar su plenitud, y quizás coincidiendo con la escolta de los tiffosi a Ronaldinho con el objeto de arropar a un genio que tira cada día su carrera de supuesto ex-mejor jugador del mundo por la borda, las luces de alarma se han encendido en Millanello. El otrora genio capital del equipo lombardo, el gran Arrigo Sacchi, denunciaba hace poco la "falta de planificación" de Berlusconi para con su equipo. Cierto que síntomas ha dado este año, pero resulta un ejercicio de ceguera galopante no haberse dado cuenta de la aplastante decadencia que asola al equipo rossonero.


Y es que el club italiano es un reflejo de la senilidad que asola la cavidad craneal de su dueño. Silvio Berlusconi, el único tipo en el mundo capaz de... de lo que sólo él es capaz (la lista de burradas es de escándalo), ha dejado a la deriva a un equipo que, siendo el más grande del mundo y contando con un inmenso jardín de narcisos en el orto de su genial ex-entrenador Ancellotti, ha pasado de ganar Champions de rebote a codearse con lo más mediocre de la decadente Serie A. ¿Por qué? Pues, sencillo: por dedicarse a fichar con un ojo puesto en la prensa deportiva de tres años ha y otro puesto en Vila Certosas varias. En un ejercicio de masturbación narcisista propio de una caterva de quinceañeros con vigorexia, los gerentes ¿deportivos? del segundo club con más Copas de Europa han llenado un equipo ganador de dinosaurios futbolísticos los últimos años: sin un portero de calidad , con una zaga digna de un equipo de veteranos, una media en la que Pirlo es un oasis de calidad en un desierto de jugadores tardíos, y una delantera escasa en la que Ronaldinho destaca más por llevar un dorsal NBA que por su juego, evidentemente ahogado en alcohol.

Pero parece que algo está empezando a cambiar para bien en Millanello. Siguiendo una trayectoria de fichajes jóvenes y medianamente asequibles, se ha reforzado la zaga con Onyewu, un central norteamericano que destacó en la reciente ConfeCup, amén de Thiago Silva y Diniz, defensas brasileños de buen currículum el primero y discreto bagaje el segundo. Además, ha fichado a Huntelaar, el delantero con mejor media goleadora y con menos participación en el juego colectivo de las ligas Europeas. Y, unido a un listado de Di Gennaros varios (jugadores jóvenes fichados con vistas de futuro) destaca el recuperado Ignazio Abate, buen medio ofensivo, más pasador que goleador, que con paciencia puede suponer un buen complemento ofensivo a los Pirlo, Pato y compañía.

Quién sabe. Quizás en un par de años dejemos de ver a agujeros defensivos como Daniele Bonera, a coladores humanos como Dida, a troncos de área como Borrielo o a los Ronaldinhos y Seedorfs que viven de su inmenso nombre futbolístico, y entonces el Milan vuelva a ser lo que era. De momento, toca regeneración. Suerte, lombardos.

JM Martín

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