En el blog me gusta escribir sobre la Champions League. Un torneo que auna clásicos del fútbol europeo con practicamente los mejores jugadores del mundo. Una organización brillante y la piel de gallina cuando ves a tus ídolos con cara de concentración mientras suena el tan conocido y pegadizo himno de la competición.
Pero también, de lo que se entera uno, este año se estrenaba una nueva competición, que igualmente se denomina Champions League, pero disputada entre los campeones de la zona CONCACAF y que está dando sus primeros pasos con alguna que otra sorpresa que espero comentar otro día.
Pero hay otra Champions, algo más veterana que la norteamericana, y que arrancó hace una semana pero que se presenta algo más interesante que ediciones anteriores.
Sí, os hablo de la Champions de Asia, que sinceramente, cuando conocí la existencia de este torneo me imaginaba, con todos los respetos, partidos entre equipos japoneses y chinos, las ligas más o menos conocidas del continente asiático.
Pero el empuje de ligas como la saudita, la qatarí, la australiana y a última hora hasta Kurvchi uzbeko se han apuntado a darle vida al torneo.
Básicamente el dinero de los jeques y del petróleo o alguna buena generación de jugadores (casos de Arabia Saudita o Irán) han abierto más este torneo en los últimos años.
Y todo esto va para hilar la entrada en este blog del curioso Kuruvchi (o Bunyodkor) de Uzbekistán. Un equipo creado tan sólo hace tres años por un grupo de empresarios del gas con el objetivo de llevar el fútbol de élite (¿?) a la capital. Lograron tres ascensos, desde las categorías más humildes del fútbol uzbeko, hasta la Liga Profesional y a la disputa de la Champions asiática.
Firmó un contrato de colaboración (que no he llegado a entender todavía) con el Barcelona y que ha llevado a varios jugadores ha visitar Tashkent y la disputa de un partido entre el Kuruvchi y el propio club culé (que reportará cinco millones de euros para el club de Laporta).
También protagonizó uno de los rumores más bizarros del mercado de verano cuando salió a la luz una posible oferta por hacerse con los servicios de Eto'o que fue tomada más como un intento de situarse en el panorama mediático del fútbol que de otra cosa. Pero a poco de cerrar el mercado, sorprendió con la contratación de Rivaldo (diez millones de euros por dos años) y recientemente la llegada de Zico al banquillo.Y la cosa de momento, no puede ir mejor, ya que ha pasado la primera ronda de la Asian Champions League con goles y buen juego (5-1 y 2-2 con un Rivaldo espectacular ante el Saipa iraní).
Así nos llega otro ejemplo de la llegada a lo más alto gracias a un empuje económico fuerte y del que estoy seguro de que no será la última vez que oigamos de él
