Anal flowers returns

por | 21:53:00
Después de la victoria de España en la última Eurocopa, el título de "campeón de amistosos", "eterno favorito" o "está va a ser la Euro/Mundial de..." ha quedado vacante... pero no por mucho tiempo, por lo menos para mí, ya que hace mucho tiempo que tengo en mente que selección iba a ser la heredera de tan dudoso título, pero la llegada de Fabio Capello ha supuesto la guinda para tan amargo pastel.

Y es que el fútbol inglés ha contado desde que el fútbol es fútbol con grandes jugadores de nivel mundial defendiendo sus colores en las grandes competiciones desde Sir Stanley Matthews hasta Steven Gerrard pero su palmarés en "su" deporte cuenta con un Mundial en el que actuaron como locales y en el que campeonaron con un gol más que polémico en la final y con un Oro Olímpico como parte de la selección de Reino Unido del lejanísimo 1908.

Pero no es mi intención cuestionar los logros de un equipo más que centenario como el inglés, sino tratar de entender la situación en la que se encuentran en los días que corren.
Y todo lo que escribía antes, pasó por la mente de los máximos responsables de la Federación Inglesa de fútbol a la hora de contratar al único entrenador que puede garantizar títulos a corto plazo: Fabio Capello.
El jugador que marcó el gol que supuso la primera victoria de la Squadra Azurra en Wembley será el nuevo encargado de hacer que Inglaterra de ese paso que separa a los aspirantes de los campeones.

Capello viene a sustituir a McClaren, que protagonizó uno de los episodios más sonados de los últimos tiempos en el fútbol cuando con un auténtico equipazo formado por jugadores de la mejor liga del mundo no llegó a la clasificación para la última Eurocopa. Y el mundo futbolero tuvo una mala digestión de la noticia.
Capello no será el primer técnico extranjero ni el que vaya a llevar un cambio más revolucionario al fútbol de los Pross, pero sí el que ofrezca una apuesta más extrema hacia el resultado y un sacrificio del talento en pos del trabajo hasta el límite más insospechado.

De los partidos que Capello ha dirigido a la selección inglesa no ha habido un mínimo atisbo de cambio y el pasado fin de semana tuvo su bautismo en competición oficial en la visita de Inglaterra a Barcelona para jugar contra la débil Andorra.
Bien es cierto que este es un partido trampa y que no servirá para medir el auténtico potencial del equipo bajo la mano del italiano, puesto que el equipo andorrano planteó el partido con dos líneas de jugadores siempre detrás del balón que fue prácticamente inglés y que por muy buen equipo que hubiera presentado, hacía falta el trabajo psicológico, del que Capello es un catedrático, para que la desespereación no hiciera acto de presencia en el combinado inglés.
El partido fue lento, soporífero y aburrido pero para Capello, son pequeños peajes para su destino final, victoria, tres puntos y primer paso hacia Sudáfrica dado.

Por eso mañana, con el choque ante los culpables de su ausencia de la Euro, Croacia, un equipo que tiene muchos más argumentos futbolísticos que Andorra y jugadores de talento que pueden dar problemas al orden y rigor de los soldados de Capello, se nos presentará la oportunidad de juzgar cómo va la metamorfosis de Inglaterra.

Los Pross se han caracterizado siempre por su entrega, su buen trato al balón, fútbol de bandas, arietes y todos los fetiches del fútbol clásico y con Capello han apostado por elevar la táctica y el trabajo colectivo por encima de todas las cosas con el objetivo de reverdecer los viejos laureles.
Dentro de un par de años veremos cúan arriesgada fue la apuesta y, sobre todo, si mereció la pena. De momento el primer capítulo se escribe mañana.
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