Cluj-Napoca es la capital del distrito de Cluj situado en la región de Transilvania con no más de trescientos cincuenta mil habitantes.
Tiene todavía restos del paso del Imperio Astrohungaro ya que fue una de las ciudades donde más huella dejó y poco a poco va modernizándose para ponerse a la altura de las otras grandes ciudades de Rumanía y es conocida por su Universidad, una de las más prestigiosas del país.
La gentes de Cluj viven en un curioso mosaico religioso donde católicos, greco-romanos y luteranos comparten sus calles y pueden estudiar en rumano, húngaro y alemán.
Pero si estás leyendo este blog, seguramente si lees "Cluj" lo asociarás al club de fútbol que ayer protagonizó la machada en la jornada de Champions ganando en el Olímpico de Roma (donde se va a disputar la final de esta edición) a la Roma con dos goles de Culio que remontaron el inicial del incombustible Panucci.
Y es que el CFR Cluj es debutante en la Champions y muy pocos apostarían a que fuera a conseguir algún punto en su grupo de liguilla, pero repasando su centenaria historia, descubrimos lo extraordinario de su victoria de anoche. Porque el Cluj, el club de Rumanía fundado en 1907, cuenta con un palmarés más que llamativo para un participante de la Champions.
Una liga, una Copa y una Supercopa de Rumanía ganadas la temporada pasada son todos los títulos del equipo.
Todo esto tiene una explicación. El Cluj vio como hace seis años Árpád Pászkány se hacía cargo del club comenzando con su inversión una escalada meteórica desde las divisiones más modestas del fútbol de país de los Cárpatos, eso sí, salpicada con la sombra de la compra de árbitros de la que salió airoso y que sirvió de acicate para lograr el ascenso a la primera división rumana en la temporada 2003/04, la primera vez que lo logra desde 1976.
Ha sobrevivido en las últimas temporadas a la pérdida masiva de sus mejores jugadores, que acudían a la llamada de los poderosos en cuanto destacaban con los granate. Pero la grandeza del Cluj ha sido poder "reinventarse" a pesar de las bajas.
Así sabeis algo más del Cluj, ese equipo que parece una auténtica Torre de Babel con ocho portugueses, seis argentinos, tres costamarfileños, tres brasileños, un uruguayo, un burkinés, un canadiense, un francés... ¡ah sí! y siete rumanos.
