El ocaso del mito

por | 22:28:00
No puedo negaros que soy un gran admirador del fútbol de Ronaldinho. La manera en que encaraba en velocidad, en la que pasaba el balón hacia un lado mientras miraba al otro, sus regates imposibles o su golpeo del balón.
Me parecía que presenciaba actuaciones del jugador del siglo XXI, por su dinamismo y por su espectacularidad en el nivel máximo de exigencia.

Además hizo los "deberes" del crack como mandan los cánones: llegó a un equipo en horas bajas, se lo echó a la espalda ganándose a sus compañeros y a su afición y a partir de ahí llegaron los títulos. En tres años había pasado de ser un gran jugador a ser el mejor pelotero que había sobre la faz de la tierra, nadie parecía poder pararlo.

Pero quizás lo que más enganchaba a seguirlo era la alegría que transmitía en todos y cada uno de los lances del juego, cuando la jugada salía sus compañeros corrían a celebrarlo con las manos en la cabeza, cuando no salía su sonrisa y su clásica explicación extremadamente gesticulada parecía ser suficiente para que el compañero le disculpase.
Del mismo modo que esta alegría se contagiaba en el campo, se le quedaba pequeña para el fútbol y transmitía este sentimiento a todos los ámbitos de la vida.
El principio de su fin.

Como hablábamos hace unos días, un chico joven, con mucho dinero y tiempo libre, conocido y admirado, tiene que tener una gran fuerza de voluntad para mantener el estricto modo de vida del jugador profesional... quizás este haya sido el rival más duro de Ronaldinho en toda su carrera, el gustaba tanto la vida nocturna como decidir partidos... y su cuerpo se ha resentido.

Creo que todos conoceis los continuos devaneos del crack y no merece la pena listarlos, interesa situarnos en su situación actual: un jugador que lo tenía todo para haber prolongado su reinado durante muchos años ha visto como a penas se ha enmarcado en dos. El jugador que era deseo de los equipos punteros de las ligas más poderosas ha visto como las ofertas mareantes se han ido retirándose elegantemente dando pie a las más exóticas de clubs conocidos como "nuevos ricos".

En Barcelona le han dado por perdido, el Milán y el Chelsea, después de sus últimas apariciones públicas se han replanteado hasta que punto sería interesante su contratación y el resto de los equipos... no pueden permitirse meter a un jugador con una ficha tan alta y que no garantice un rendimiento.
Muy difícil se plantea el fútbol a gran nivel para el Gaucho, puesto que hasta la oferta que recibe del Manchester City, un club menor en Europa pero adinerado, ha sacado su peor cara, al pedir una ficha de quince millones de euros netos al año...

Sólo queda una salida, y es que haga unos buenos Juegos Olímpicos y permita ganarse el respeto de la alta alcurnia del fútbol europeo.
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