Su construcción fue ideada gracias a los triunfos del equipo en la segundad parte de los años veinte y no fue hasta 1937 cuando se inauguró.
La idea era que el Feyenoord tuviera un estadio moderno y que no hubiera problemas de visibilidad desde ninguna zona de la grada hacia el campo. Por esto sus materiales y su forma hacen que sea conocido mundialmente como "De Kuip" (la bañera).
Un punto importante en la vida de este campo fue la Segunda Guerra Mundial. Tras la ocupación alemana, estuvo a punto de ser demolido para que los ejércitos se abastecieran de materias primas, pero en unos de esos giros del destino, se desechó la idea. En cambio, tras este conflicto, fue cuando se "acicaló" con asientos para todas las gradas y luz artificial.
Desde el 91 es reconocido como "Monumento de Rotterdam" y ya se está trabajando en su futura remodelación (que acabará en 2016) tras la que tendrá 75.000 localidades, frente a las poco más de 51.000 de la actualidad, y verá como sus zonas comerciales colindantes crecerán del mismo modo.
Todo esto para aspirar a ser sede del Mundial de 2018 y de las Olimpiadas de 2028.
Pero también en su interior ha vivido momentos inolvidables del fútbol, ya que ha sido sede de dos finales de Champions (en el 72 coronó a Cruyff y en el 82 al sorprendente Aston Villa), seis finales de la desaparecida Recopa de Europa (la úlitma, la lograda por el Barça de Ronaldo en el 97) y de una Copa de la UEFA (en 2002 donde el equipo local, el Feyenoord se impusó al Borussia de Dortmund).
También fue sede de la Euro del 2000 en la que Holanda compartió sede con la vecina Bélgica.
